miércoles, 27 de abril de 2016

Perfiles en Redes Sociales, reflexiones de la clase

La semana pasada tuvimos una clase excelente sobre perfiles en redes sociales.

Primero que nada comentamos sobre su definición, ¿qué conocíamos sobre el tema?

Luego con la ayuda de tarjetas informativas de perfiles, que se muestran en la imagen 1,  revisamos con profundidad los datos que componen un perfil en Redes Sociales (RRSS), como estos datos conjugados nos aportan una visión o imagen más completa de las cualidades y la personalidad de un usuario de internet.  Nos preguntamos: ¿Son simples datos? No,  combinados son más que la suma de sus partes. 

Vimos el poder que tiene las imágenes que colocamos como foto de perfil; este dato complementa más que ninguno la impresión  que nos hacemos de una persona. Discutimos y analizamos si aceptaríamos a ese perfil en nuestras redes, ¿por qué? Si o ¿Por qué no lo haríamos?.

Yo les tenía una sorpresa...

En un sobre cerrado les entregué a cada uno la verdadera identidad del perfil que tenían en sus manos, algunos se sorprendieron con los resultados.  No todas las personas son quienes dicen ser en internet. La comparación entre el perfil compartido y el perfil real dio pié para conversar sobre la suplantación de identidad o Phishing, por otra parte de la importancia de buscar nexos entre las personas que nos soliciten amistad.

Imagen 1.

Pasamos a crear una entrada, o post, en los blogs de la clase, cada uno fué anotando sus conclusiones y recomendaciones sobre el tema.

Veamos que escribieron los chic@s.

Enrique nos dice:

Debemos configurar como privado nuestro perfil.

Si desconocemos como configurar la privacidad de nuestra cuenta no hay problema, preguntemos o pidamos ayuda a algún profesor del instituto, seguro habrá algún especialista en el tema. Por otra parte podemos buscar un tutorial en youtube.com; eso siempre funciona.

Laura nos aconseja lo siguiente:

No fiarnos de la imagen de perfil de otro usuario.

Una imagen dice más que mil palabras, muchos suplantadores de identidad roban imágenes de banco de fotos, o de otros perfiles de redes sociales, las usan como anzuelos, ellos mejor que nadie conocen el poder de éstas, eligen las que saben que serán más aceptadas entre el grupo al cual desean llegar, timar, engañar.

Miguel y Claudia escribieron en su blog:

No aceptar a personas que no conocemos.

Está de moda tener muchos seguidores, hay herramientas y tutoriales para ganar prestigio en las redes.

Ellos también coincidieron en:

Para ganar más seguidores, no deberías seguir a todo el mundo.

Más “follower” es igual a más popularidad, ¿Sí? Tal vez, yo les diría que nosotros no somos una marca que busca reconocimiento, nosotros somos personas y, como en la vida real, en la vida on line, es mejor pocos y buenos amigos.

Miguel y Enrique comentaron también lo importante de:

Ver que aficiones compartimos en común.

Follower que compartan nuestros intereses, gustos, hobbies, que se alegren y compartan nuestros logros, que hagan comentarios apropiados de lo que compartimos. Una frase: “somos lo que publicamos, comentamos y creamos en las redes, también lo que otros comentan y publican de nosotros”, de allí la importancia de elegir con atención y precisión quienes son nuestros amigos on line, tanto como lo hacemos en la vida real. Ahondaremos más en este tema en la clase de Reputación Digital.

Complementamos con lo que compartió Claudia en su entrada:

No publicar excesiva información.

Al registrarnos en las RRSS estas nos proveen de un formulario que debemos rellenar con nuestros datos ¿sabías que no todos son necesarios? Revisa y coloca sólo los datos justos, los que tienen un asterisco (*), esos son lo obligatorios, los demás puedes dejarlos en blanco.

Por otra parte exponer todo lo que hacemos y pensamos en la red tal vez no sea buena idea; pensemos en las respuestas a las siguientes preguntas: ¿regalarías tus fotos a extraños por la calle? ¿repartirías volantes en el metro con la dirección de tu casa? ¿publicarías en los periódicos tus compras y tus viajes? Seguro que no.

María hizo un análisis en base al siguiente video,  Perfiles en redes sociales el cual cuenta la historia de un hombre que utiliza las Redes Sociales para escapar de su realidad:

“Dios nos hizo a todos iguales y no hay que tener vergüenza por lo que eres, en fin todos somos iguales. Mi opinión es que no importa si la gente te rechaza, tú eres tú mism@. Lo importante en la vida es vivir, disfrutar de la vida. Hay que dar gracias por lo que somos. No perdáis ni un solo segundo intentando ser quien NO eres”.





Hay mucha tela en este tema, para concluir vimos algunos trozos del documental victimas de Facebook.

miércoles, 20 de abril de 2016

Tu perfil en la red. ¿Es nuestra identidad digital? Parte 2.

Yo soy el producto, yo me mercadeo
Pero también podemos sacarle provecho: los perfiles en redes sociales son un medio para promocionar nuestro trabajo, ideas, tendencias, gustos, amores, pasiones y posiciones ideológicas, políticas y actividades deportivas y artísticas. Podemos considerarlo como mercadeo personal, entendido como algo que va más allá de lo que somos como profesionales o estudiantes. Nuestro perfil puede gestionarse con una visión integradora, lo que somos como un todo, o parte de un todo. Un perfil en redes sociales en una biografía on line nosotros tenemos la responsabilidad de escribirla, en nuestras manos la responsabilidad de seleccionar con cuidado lo que compartimos y comentamos. 

Un perfil en una red social, es un medio para difundir tus ideas y trabajo, aunque yo pienso que refleja algo que va más allá, el todo será mayor que la suma de sus partes.



No todo es color de rosas.

Los perfiles en las redes también puede limitarnos o ser un obstáculo, atraparnos, no hay vuelta atrás de lo que hacemos en la red. Podemos comentar o publicar alguna información que luego se vuelva contra nosotros, de allí la importancia de escribir con responsabilidad cada línea de nuestra biografía digital. 


Un perfil también es una vía para proyectar una imagen que no existe, para vivir una historia que no es la nuestra.  Recordemos el caso de Angela en la película “CATFISH: Mentiras en lared”, o el siguiente video:



No todo lo que compartimos en la red es real. 





Las redes sociales son una vía que muchas personas utilizan para canalizar sus frustraciones, para llevar una vida distinta  a la del mundo real, para proyectar una imagen. Podríamos utilizar el siguiente ejemplo: todos seguramente hemos tenido la oportunidad de vernos en un salón de espejos, cada espejo proyecta nuestra imagen de una forma distinta: unos nos alargan, otros nos aplastan, nos adelgazan o engordan… así podemos utilizar las redes sociales, para proyectar una imagen distinta de nosotros mismos, cada quien añade una óptica y deformación a su espejo, buscando de alguna u otra manera aceptación, reconocimiento y autoafirmación.  

jueves, 14 de abril de 2016

Tu perfil en la red. ¿Es nuestra identidad digital? Parte 1.




Así como un familiar, amigo, maestro, colega puede describirnos como somos físicamente y psicológicamente, nuestro perfil en red social nos describe on line. Nuestro perfil define quienes somos y lo que nos gusta, o disgusta, nuestro credo, ocupación, ideología, las causas por las cuales luchamos. Seguramente te preguntarás: ¿Cómo pueden saberlo? Es mágico, la clave la información: lo que compartimos, creamos, consumimos en la red son los datos suficientes para conocernos en profundidad.

Muchos pensamos que las redes sociales elaboran nuestro perfil en base a los siguientes datos: dirección de correo electrónico, nombre, un nick, una imagen, lugar de residencia, edad, entre otros. Pera eso es solo una parte.

Nuestro perfil puede incluir datos acerca de qué pensamos y son complementarios como por ejemplo: gustos, hobbies, opiniones.

Debemos reflexionar sobre lo siguiente: Nosotros somos el producto en venta, que pagará el mejor postor. Con los datos suministrados en nuestros perfiles en las redes sociales,  éstas crean un patrón de gustos y tendencias, acertando claramente y con precisión, en nuestros posibles consumos.

A través de nuestros perfiles las redes pueden determinar que nos gusta y los productos que estamos dispuestos a comprar; en otras palabras qué buscamos o deseamos, pueden predecir que adquiriremos e inclusive que nos hará falta; sí, lo saben, tiene un equipo de profesionales y de herramientas sofisticadas “software” que hace ese trabajo.

Los datos suministrados a la hora de registrarnos en una red social son tan solo la punta del iceberg: son los link que consultamos, los “Likes” que hacemos, las palabras que colocamos en los buscadores, las personas que son nuestros amigos, los videos que subimos o vemos en youtube, nuestros “Twit”, las personas que seguimos y que nos siguen, las fotos y comentarios que hacemos de estas, y mil cosas más, los datos que sin darnos cuenta ponemos a la disposición de las redes.

miércoles, 13 de abril de 2016

4 pilares en la ciberformación de ciudadanos “Ciberbrigadistas”


Cuatro actores para la formación de ciudadanos responsables en el uso de Internet.

La vía de acción que proponemos para lograr una sana convivencia en nuestra “vida digital” parte de lo siguiente: la supervisión en casa por parte de los padres, la acción formadora en las escuelas, el apoyo de entes gubernamentales y empresas de telecomunicaciones.

La Familia. La supervisión en casa por parte de los padres
Los padres tenemos un rol fundamental, debemos estar atentos de lo que nuestros hijos hacen en línea, debemos estar tan presentes como lo hacemos en la vida real. Debemos capacitarnos y mostrar habilidades en el uso de las TIC.  Nosotros, los padres, debemos apoderarnos de la tecnología, nuestros hijos deben vernos como un referente, no como un sujeto atemorizado y desconfiado; deben saber que pueden acudir a nosotros en busca de ayuda, de un consejo.

La Escuela, y su acción formadora en clase
Las instituciones educativas pueden establecer programas de formación en el uso de las TIC y de los dispositivos de conexión. Las escuelas cuentan con el apoyo de distintas asociaciones y ONGs que han asumido el rol formador y de especialización en el tema. Los directores y asociaciones de padres (AMPA) cuentan con el apoyo de sus docentes y de estas asociaciones para diseñar programas creados o no a la medida de sus alumnos. Los niños deben desarrollar las competencias digitales del nuevo milenio establecidas por la Unión Europea, y entre ellas encontramos “convertirse en un ciudadano responsable en el uso de las TIC”.  Los colegios tienen mucho que aportar en la capacitación de sus alumnos en la ciberciudadanía, poseen la experiencia y recursos didácticos para hacerlo, conocen el entorno, sus problemáticas y recursos socio económicos. Las escuelas tienen la capacidad técnica para formar a sus alumnos y docentes en los protocolos de acción en caso de usuarios abusivos: los niños deben saber con certeza  a quién acudir y qué pueden hacer en estos casos.

El Gobierno, y el apoyo de sus instituciones
Sabemos que los Ayuntamientos y el Estado en general aporta recursos y apoyo logístico para el desarrollo de iniciativas que promuevan la sana convivencia en Internet, por otra parte provee a través de la Policía y la Guardia Civil de protocolos de auxilio y apoyo a las víctimas. Estos organismos, tienen un papel importantísimo en la prestación de apoyo a las victimas de delitos informáticos o de usuarios abusivos y acosadores, la difusión de estos procedimientos es lo que no se ha completado, hemos observado en nuestras clases que nuestros alumnos (niños, adolescentes y padres) desconocen el rol juegan estos organismos en la resolución de estos casos.

Creemos que aún hay mucho por hacer y en esa línea trabajamos en la búsqueda de patrocinio para llevar nuestras propuestas y acción formadora a más personas, instruyendo y captando agentes de transformación y difusión de nuestros planteamientos.

(NOTA: el estado también tiene en sus manos el poder de legislar y crear ordenanzas, decretos y leyes que regulen, sin coartar la libertad de expresión, nuestros comportamiento en línea.)

Las Empresas de telecomunicaciones
Como proveedores del servicio y de los dispositivos de conexión, tienen mucho que aportar y contribuir. Quien más que estas para apoyar iniciativas de capacitación a sus consumidores.  Las Empresas de Telecomunicaciones cuentan con personal cualificado y recursos para generar o validar programas educativos. Al mismo tiempo para colaborar con los organismos del estado, las escuelas y las familias en la solución de problemas. Muchas empresas han creado programas de voluntariado con sus empleados, han financiado estudios y campañas de capacitación que valoramos. 

Pero no sólo las empresas de telecomunicaciones pueden aportar sus recursos técnicos y financieros en la formación de ciberciudadanos, la tecnología está en todo; todos nos beneficiaremos de lo que se invierta en formar ciudadanos responsables.

Cada uno de estos actores tiene un rol que cumplir en la formación de los usuarios responsables de internet, pero únicamente su acción en conjunto o trabajo mancomunado propiciará el éxito.



martes, 12 de abril de 2016

Acoso, golpes, ejercicio y músculos...

A continuación dos casos, dos situaciones, distintas maneras de abordar el acoso. Sería muy irresponsable de mi parte asumir posición, habría que indagar en profundidad e investigar si los organismos competentes actuaron diligentemente en ambos casos, en otras palabras, brindaron el apoyo necesario y aplicaron acciones para fortalecer la autoestima y fuerza interior de estos dos chicos.
Cada uno de nosotros puede sacar sus propias conclusiones, pero lo que sí puedo resaltar es que en ambas situaciones los dos chicos tomaron acciones para detener el acoso, el valor y su determinación para poner freno a estas acciones les hizo cambiar, no sólo su actitud ante la amenaza; los convirtió en dueños de su vida (destino), capaces de enfrentar cualquier obstáculo.





Estos casos me traen recuerdan dos que viví muy de cerca:

Hace unos años en el instituto para el que trabajaba un alumno de 15 años era el azote, sus prácticas eran violentas y ofensivas, llegó inclusive a intimidar sexualmente a sus compañeros de clase, exponiéndose sexualmente ante ellos.

El instituto trató de mediar ante la situación, el expediente tenía más de 300 páginas, pero a la hora de denunciar el caso ante las autoridades los padres de los alumnos implicados denegaban; tenían miedo. Un chico de 15 años era capaz de atemorizar a toda una comunidad. Su nombre Hugo, un chico rudo, fuerte y criado con lujos, apoyado con la mirada complaciente de su padre, a quien todo le parecía normal. Un día Hugo llegó a la oficina del Coordinador de Disciplina con un golpe muy fuerte en su ojo.  Realmente estaba consternado y se sentía humillado. Denunció a Omar, otro alumno de su curso que sin mediar palabra propinó un derechazo, producto de una burla.

Omar recibió aplausos y hurras de sus compañeros de curso y de otros del instituto, en cuestión de segundos la noticia corrió como la pólvora por todo el colegio.

Al conversar con Omar sobre lo ocurrido, éste comentó que estaba cansado de las constantes vejaciones de Hugo, la situación se había hecho insostenible y veía que el colegio poco podía hacer. Así que luego de mucho pensarlo decidió ponerse a entrenar y hacerse fuerte, se inscribió en un gimnasio y contacto con un entrenador de boxeo. En silencio entrenó duro y su frustración la transformó en músculos, su disciplina me recuerdan a la de  Milla Bizzoto. Sus padres estaban al tanto de la situación y apoyaron a su hijo en sus acciones y determinación.

Hugo y Omar nunca fueron los mismos, ese puñetazo cambio sus vidas. Hugo terminó su carrera de acosador de oficio, fracasó en el año escolar y decidió irse del colegio. Omar ganó reputación y estima, inclusive yo lo admiro: puso freno a una situación que más nadie había podido detener. El ejercicio no sólo transformó el cuerpo de Omar en un chico muy fuerte y seguro de sí mismo, sino en un joven capaz de tomar decisiones importantes y asumir las riendas de su vida. Él más nunca fue el mismo, la seguridad afloraba en su cara.

Otro caso, es el que paso a relatar:


Ignacio era un chico con sobre peso, rubio y de familia acomodada, de padres sobre protectores. Ignacio era de esos alumnos que no pasa desapercibido, sus constantes intervenciones en clase se convertían en una pesadilla, no tenía filtro para relatar historias familiares y personales, algunas muy íntimas. Los cuentos de este joven solían estar fuera de contexto, tanto compañeros de clase como docentes trataban de contextualizar las situaciones, pero realmente era difícil.
Ignacio contantemente descalificaba a sus compañeros, sus palabras eran muy hirientes y llenas de veneno, en una ocasión escuche decirle a una compañera de clase: -Qué se puede esperar de ti, si tu padre es un drogadicto-.

Emiliano era un colega del curso, chaval delgado, alto, moreno, cuya familia hacia un gran esfuerzo para pagar sus estudios. La madre de Emiliano era de esa clase de representante dispuesta a colaborar con la institución y siempre dictaba talleres como voluntaria. Una persona entregada a la educación de sus hijos.

Ignacio usualmente humillaba a Emiliano, le decía “Negro”, “Pobretón”, en ocasiones lo empujaba y se burlaba de su timidez. 

Un día en primer año de secundaría Emiliano se cansó de las bromas y ofensas de Ignacio.

En clase la docente de turno dió la hora libre. Ignacio relató que los había dejado solos en el aula de clase para salir a chatear con su móvil.  En pocas palabras recibieron el mensaje de que podían hacer cualquier cosa como escuchar música, conversar, entre otras actividades recreativas. Pero para los chicos que mejor cosa que jugar con una pelota. Al parecer en ese juego Ignacio lanzaba la pelota a Emiliano, pegándole en la cara. Los golpes de la pelota iban acompañados de los siguientes inultos: “Mono”, “Orangután”, “Negro”. Tras golpe y golpe y ofensa y ofensa, Emiliano no pudo más y golpeó a Ignacio.  En su historia Emiliano nunca supo señalar dónde había golpeado a Ignacio. Según él: su mente su nubló, estaba en blanco. Algunos alumnos testificaron que sólo lo había empujado. Ignacio había caído al suelo y se había golpeado la cabeza con la columna; pero que realmente no había sido nada grave.

Los alumnos acudieron en búsqueda de la profesora, quien sin indagar mucho en lo ocurrido, se enfureció y remitió a los dos alumnos a la coordinación de disciplina.

La situación desencadenó una guerra si cuartel, una lucha de poderes que no vale la pena describir, la cual involucró no sólo a esos dos jovencitos, sino a sus familias, a la docente y una denuncia ante las autoridades competentes contra el colegio. 



Personalmente escuché decir al padre de Ignacio lo siguiente: -Voy a xxxx a la familia de ese chico, son unos tierruos-.  Frase que complementaba Ignacio en clase, decía a Emiliano: -Estás xxxx, te denunciaremos en la policía-. Los padres de Ignacio presentaron una denuncia ante las autoridades del colegio, con la amenaza de ir a otras instancias legales, con razón, hacían responsable de los daños sufridos por su hijo (contusión cerebral) a la familia de Emiliano y a la Profesora.

Al final no se pudo demostrar el daño físico causado en la caída, el colegio medió y movilizó todo sus recursos para atender el caso.  Se activó el protocolo para este tipo de situaciones y se buscó asesoría legal y emocional. Se llegaron acuerdos entre las familias y la docente fue sancionada.  Ignacio y Emiliano tuvieron que realizar jornadas de trabajo comunitario, que implicaban actividades en equipo. Lamentablemente Ignacio mostró poca integración en las actividades desarrolladas, su actitud era de desagrado y poca disposición para colaborar con Ignacio, eso sí,  no volvió a molestar a Emiliano. Emiliano y su familia atravesaron unos días terribles, pero al final cesó el acoso.

La intervención de las escuelas y de nosotros los padres deben ser oportunas, es como siempre digo, no debemos dejar pasar. Las cosas pequeñas crecen y se convierten en situaciones inmanejables o muy complicadas de resolver, es como una bola de nieve que crece y crece, cuando llega a nosotros nos aplasta.
Tenemos que trabajar en fortalecer la autoestima de nuestros hijos y alumnos. Enseñarlos a defender sus ideas y sus actitudes, así como sus intereses. 

Tenemos que enseñar convivencia, tolerancia, aprender a respetar nuestras diferencias. Por otra parte los chicos deben saber que los conflictos y discusiones son parte de la vida, lo que hay es que desarrollar habilidades para negociar y resolverlos sin dañar a otras personas.


Quiero dejar claro lo siguiente: No apoyo a la violencia como vía para resolver este tipo de conflictos, me quedó con Milla Bizzoto y su ejemplo, pero en ocasiones, cuando nosotros los adultos no actuamos a tiempo damos pie a que se desate, y una vez descontrolada no sabemos sus consecuencias, realmente el golpe de Ignacio pido haber terminado en algo realmente grave, así como el golpe en el ojo que propinó Omar a Hugo, o el chico australiano pudo haber caído de mala forma y sufrir una fractura, quien sabe.